La Compañía del Maldito Martillo presenta su obra "Raro"

     Hemos hecho un espectáculo para acercar la belleza a los cobardes y liberarla de los valientes. Todos vivimos encerrados dentro de nosotros mismos, resguardados de los ojos que un día nos marcaron y nos obligaron a abandonar el juego y a encerrarnos en el ensimismamiento y la protección de nuestros sueños. Pero, ¿que pasaría si un día salimos y exploramos los riesgos de la emoción con la lupa que durante tanto tiempo hemos estado atesorando? O mejor, ¿que pasaría si nos atreviéramos a dejar la lupa y a vivir nuestra vida?.. ésa que no espera y que es única, y que como nos descuidemos se nos acaba, llevándose consigo todos esos instantes que más que buenos o malos, son pura esencia de la existencia, pura expectación a la espera de que nos atrevamos a habitarlos. Ponte cómodo y quítate las gafas porque nuestros títeres han hecho un espectáculo, y quieren que lo veas con el corazón


La obra "Raro"

     Friki es un ser que ha decidido vivir en una bolsa de basura, porque no ha sido capaz de encontrar su lugar en un mundo en el que ser diferente significa ser raro. Parte de los personajes de ese mundo han terminado reducidos a simples ojos, de tanto mirar sin pensar, mirar para juzgar, mirar sin ver. Esos Ojos son los que Friki teme encontrarse, y por eso ha decidido refugiarse de ellos en el único lugar en el que sabe que no van a mirar: la basura.

     En este aislamiento, lejos de las evaluaciones, críticas y cuestionamientos, Friki consigue cualquier cosa que desee, y eso lo hace sentirse feliz…en apariencia, pues no consigue lo más importante: vivir. Al fin y al cabo no ha vencido ni la soledad, ni el miedo a los ojos, y eso le convierte en un preso, encerrado entre los cuatro muros de sus circunstancias. Y sus circunstancias él no las quiere comprender…está mejor así… pero siempre llega un momento donde si nadie te cuestiona, lo haces tu mismo.   Y este cuestionamiento abre la puerta a su mundo a un nuevo personaje que le incitara a emprender un viaje de retorno al lugar del que ha huido.

¿Sobrevivirá Friki en un mundo donde las miradas se dedican a trabajar produciendo trampas para cazar a los raros?  

     Raro es un espectáculo de títeres y manipuladores, de actores y autómatas. De objetos y acciones, imágenes y emociones, con música y poesía. Con su propia luz y su particular estética.

Público


     Siempre nos ha preocupado la cuestión de “¿A qué público va dirigido nuestro espectáculo?”, y consideramos que hemos trabajado para que "Raro" sea apto para todos los públicos, desde la honestidad que el concepto requiere. Nuestra historia se construye a partir de sentimientos y emociones universales, que se traducen en escena como imágenes narrativas compuestas por actores-manipuladores, marionetas y escenografía.  Confiamos en la fuerza y la belleza de la imagen, como el medio más efectivo para contar historias.  A esto le sumamos música en directo y poesía, ya que tenemos el convencimiento de que predisponen los sentidos para formar parte activa del viaje que establecemos con nuestro público.

     Queremos transmitir emociones de un modo universal, y pretendemos que el proceso de intelectualizar aquello que contamos pase a pertenecer a cada uno de los espectadores. Que se zambullan en un universo fantástico que pasa a ser real gracias al respeto de su mirada. El espectáculo sólo tiene textos grabados en el idioma que se requiera, pero es netamente visual.

     Nuestra obsesión como creadores es generar un código universal, con el que cualquier ser humano pueda empatizar. Reconocemos que en ocasiones nos cuesta identificar la barrera entre el niño y el adulto, la comprendemos en el plano de lo racional y por eso procuramos que intelectualmente nuestro espectáculo esté al alcance de todos; pero en el plano de lo sensible no somos capaces de marcar un limite, y en esa unidad del niño con el adulto situamos a nuestro espectador ideal.  

La Compañía

     Cuando éramos compañeros en la escuela de teatro, un día cualquiera de octubre, encontramos unos trozos en la basura. Nos sentamos alrededor de una mesa y sin pensarlo nació una cabeza, luego un cuerpo y sus extremidades. No sabíamos bien lo que teníamos delante, pero sin duda que era un ser que nos infundió vida y nosotros a él. Nos formó en ese minuto en una compañía de teatro. Fue un trabajo recíproco, que botó por tierra nuestras ideas dramáticas preconcebidas. Por lo general al plantearse una obra, se comienza buscando una historia, sostenida en la mayoría de las veces por un texto- ajeno o propio- y se desarrolla desde ese punto, leyendo, analizando, aplicando métodos, etc. Una vez hecho ese estudio se construyen las marionetas necesarias para cubrir las expectativas, así como la escenografía y los sistemas de manipulación adecuados. Para nosotros fue todo lo contrario. El “actor” nació de la basura y de nosotros mismos, y acompañó nuestro proceso creativo desde esa verdad esencial. Con simples alambres, cintas de persiana y muelles, le dimos movimiento, un movimiento particular, propio de él…y comenzó a hablar… Nos pidió no olvidar donde lo encontramos, nos contó sus temores y sus esperanzas, nos miramos para hablar de las palabras no dichas, y de esa mirada errante que vaga en busca de un tesoro incomprendido. Nos preguntó por que ser diferente significa ser Raro…y así nació “Friki”.

     Nos pidió que todo nuestro trabajo debía generarse desde los desechos, desde la cosas con escaso valor aparente, y nos planteó ese desafió; hurgar en la basura, y no sólo en los contenedores, sino en la que tenemos dentro, en la que nos rodea, en la que nos asfixia, en la que nos condiciona…

     Fueron naciendo de esa premisa sus compañeros de viaje, sus mundos y sus enemigos. Nunca supimos donde esto iba a acabar, y así viajamos juntos hasta encontrar la historia perfecta.

     Así  nace “La Compañía del Maldito Martillo”…