La sardina cuántica

Dir.: Elio Vittorini

Int.: Silvana Mangano, Vittorio Gassman

España, 15 de junio de 2020

 

En esta película, que nunca llegó a realizarse, Elio Vittorini rememora el episodio milagroso de la multiplicación de los panes y los peces en un contexto social que es demasiado parecido al que vivimos actualmente: falta de trabajo, pobreza y hambruna galopantes. 

Frente a la ruinosa casa de una familia en la que solo uno de los numerosos hijos, nueras, yernos y nietos tiene trabajo, las máquinas excavadoras, las niveladoras y apisonadoras van y vienen llevando la buena nueva del progreso; se está construyendo una autopista. Un buen día, uno de esos maquinistas, con el que han compartido muchos momentos de descanso, es despedido. La familia decide celebrar la despedida invitándole a comer. Prepara una mesa con la mejor vajilla y la mejor cubertería. El menaje anuncia que habrá aperitivos, un primer plato, también un segundo plato y no faltará un buen postre. En realidad, lo único que hay para comer es la sardina que trae el invitado. Ningún comensal se queda sin comer. Todos han podido poner sobre su ración de pan un trozo, una diminuta fracción, de esa única sardina. Después del banquete, invitado y anfitriones hacen pasar sus servilletas por labios y comisuras para limpiar los inexistentes restos de una comida suculenta y copiosa que hace comprensible que algún que otro eructo se oiga con satisfacción en la sobremesa. Ha sido un honor dar tan hermoso banquete a tan dignísimo obrero en un día tan señalado. Luego vendrán los días de escasez y quizás el milagro no se produzca.

Historia tomada de “El Simplón guiña el ojo al Frejus”. Elio Vittorini. Editorial Debate. 1990