Pennies From Heaven (Dinero Caído Del Cielo)

Pennies From Heaven (Dinero Caído Del Cielo)
Agradecimientos a
Research Entertainment
País: EEUU
Año: 1981.
Genero: Musical
Duración: 107 min
 
Dirección: Herbert Ross
Guión: Dennis Potter
Fotografía: Gordon Willis
Música: Marvin Hamlisch, Billy May
Coreografía: Danny Daniels

Interpretación: Steve Martin, Christopher Walken, Bernadette Peters, Jessica Harper, John McMartin, Vernel Bagneris...

Productora: Metro Goldwyn Mayer / United Artists
Distribuidora: Research Entertainment
 

Sinopsis: Durante la era de la depresión, en Chicago, Arthur Parker, un vendedor de partituras musicales, casado con Joan, conoce en una tienda de música a Eileen, una maestra de escuela...

 

Pennies from Heaven es una obra de arte, pero no es popular: pocas veces desde Hallelujah, I'm a Bum, ha habido una comedia musical con tantas ambiciones todas logradas, y el resultado ha sido la peor forma del fracaso, el fiasco total. Pero, como con Hallelujah, I'm a Bum, no es un fracaso para el arte. Al contrario, pocas películas y muy pocos musicales han logrado lo que se proponían sus autores con una certeza mayor. (...)

Su protagonista declara como programa que quisiera hablar como hablan las canciones, porque "las canciones siempre dicen la verdad". Esto es una revelación. Solo los que crecimos entre boleros como una selva amable de música y palabras podemos saber lo que quiere Arthur Parker, ese vendedor ambulante tan trágico como el protagonista de Muerte de un Viajante. Pero la tragedia de Willy Loman es la esquizofrenia que se debate entre la ilusión del éxito y la realidad del fracaso. La tragedia de Arthur Parker es que quiere ser una canción. (...) 

Hay un momento en Pennies from Heaven que es una isla de maestría. La película ha reproducido fotograficamente varios cuadros del pintor irrealista Edward Hopper, como su famoso Nighthawks, en el que ironicamente los halcones de la noche son una pareja solitaria en una cafetería... Pero el momento maestro al que me refiero, es cuando se ve de lejos un restaurante de carretera - Jimmy's Diner - y dentro está Steve Martin, actor limitado y poco atractivo, como un François Truffaut que ha perdido su encanto, y un excepcional Vernel Bagneris. Como siempre en la película de la nada cotidiana surge una radiante canción: Pennies From Heaven, el viejo hit de Arthur Tracy de 1932. Afuera llueve y de pronto, como por oficio teatral surge un artificio del cine - y Bagneris arranca a bailar dentro y fuera del diner. Su canción se hace conmovedora, emotiva, feliz - mientras del cielo llueven peniques, cobre como oro. Este momento es tan perfecto como aquel cuando Gene Kelly canta y baila en la lluvia, pero además tiene un contenido patético que le hace menos físico y más metafísico que Cantando Bajo la Lluvia. Esa infelicidad es nuestra felicidad por un momento. 

Habría que darle las gracias a Pennies from Heaven por su fracaso: total, absoluto. Tanto que la película se ha visto en pocas partes. (...) No hay que insistir en la desgracia de un género feliz. Su fracaso es un triunfo, sino para el género, por lo menos para esta película, que ha pasado a ser la obra maestra desconocida. Nadie la ha visto. Nadie la verá. Balzac que no podía ver el cine ya lo sabía: La Commédie (Musicale) est finie!

Guillermo Cabrera Infante, "Cine o Sardina"