Cine Rural

¡Vámonos al campo!, ya lo decían lxs hippies, La Polla Records y otrxs muchxs. Y es que la ciudad da asco (Toreros Muertos dixit) y, ésta que nos ha tocado sufrir, cada vez más... o no, donde quizás ahora haya esperanza a la que agarrarse y donde no sólo quede aguerrirnos...

Lo cierto es que Lavapiés es uno de esos oasis que resisten, como nos enseñó Jane Jacobs, gracias a la vida no dirigida que habita cada calle, cada acera y cada, ejem, parque. Donde la diversidad se defiende de la gentrificación, ésta sí, planificada. El ataque constante a este barrio en forma de despedidas de solterxs, hípsters, modernxs y sus bares diseñados hasta el roto de los azulejos o antisistemas felizmente encajados en la clase media (¡ay, qué duras son nuestras contradicciones!) va llevando a que la única salida sea la huida al campo.

Esta idea, como decíamos, no es nueva. Hay miles de huidxs en los pueblos viviendo más cerca de un ritmo acompasado con el de la naturaleza. En esas latitudes algunas personas siguen amando el cine, algo tan asociado a las ciudades, y tienen fuerzas suficientes para organizar decenas de muestras y festivales rurales de cine. Lo que han llamado cine en pequeño, pero que en realidad es muy grande.

Y resulta que se han coordinado para crear, dar vida y luchar.

Y resulta que nos hemos hermanado como pueblo que nos gustaría ser, Lavapiés, mundo rural-urbano, donde al pasear por las calles sigamos saludando a lxs vecinxs,donde la solidaridad y el apoyo mutuo existan y donde las plazas y calles estén habitadas y llenas de huertos.

Nos vemos en las calles. Nos vemos en los pueblos. Nos vemos en las muestras y
festivales que forman parte de esta red.

cinegrandeenpequeno.org