Cine y musica entre amigos

La Muestra de Cine de Lavapiés nos dice adiós, hasta el año que viene

Se acabó. La Muestra de Cine de Lavapiés echa el cierre de su undécima edición, que no onceava. Lo hizo en el patio del colegio público Emila Pardo Bazán y con un lleno absoluto.

Abrieron la noche X 4 Perras que empezaron tocando temas de Radio Futura y se fueron animando más y más hasta cerrar con Agradecido, de Rosendo Mercado. Rock canalla y rock a secas, con muchas versiones en castellano y en inglés, fue el repertorio que desgranaron. La gente se puso a bailar y a cantar con ellos. Mucha animación en el patio, muchos amigos y sobre todo muy buen rollo.

En los corrillos se comentaban las películas, los planes y las anécdotas. Me contaron la de Jorge con Fernando Franco y el plano de los huevos fritos en el coloquio del sábado en Tabacalera tras la proyección de La herida. Uno se pierde siempre lo mejor. En corro, la organización casi al completo despidió la Muestra, dando las gracias y prometiendo más tralla para el año que viene. Antes de la película aún quedaba una sorpresa, un vídeo casero con la grabación del karaoke de autofinanciación de este año. La noche iba de música, de risas entre amigos y de miradas cómplices.

Somos las mejores, de Lukas Moodysson, es una película divertida, de adolescentes y rebeldía; un buen punto y final. Tres chicas se empeñan en ser diferentes, en sostener que el punk no ha muerto. Viven en Estocolmo y estamos en 1982. Se respira liberalidad. En ese ambiente se crían Bobo y Klara. No son las reinas de la casa, tampoco triunfan en el colegio, lo cierto es que apenas nadie les hace caso, lo que les ha permitido ser ellas mismas. Tienen personalidad y ese desarraigo tan adolescente que sabe plasmar a la perfección al director que con un par de pinceladas nos hace una descripción eficaz.

Hay varias cosas muy interesantes en la película, la primera es no infantilizarla aunque sus protagonistas tengan 12 años. La segunda es que debemos tener esperanza en la juventud como se aprecia en la contraposición que hace entre los dos mundos, el de los mayores que se ha vuelto serio, un reflejo de sus mentes cuadradas y racionales que tan bien saben explotar las niñas en su beneficio. Ellas están en eso de montar su vida, de no aburrirse y de crecer. Les gusta la música, hasta que un día por casualidad están sentadas ante un bajo y una batería. Suena mal, pero se han divertido y quieren repetir. Son chicas inteligentes, saben encontrar soluciones. Así es como llega la tercera de la banda Hedvig. No es como ellas, es cristiana y no tiene amigas, pero nadie toca la guitarra como ella. Se trata de aprovechar las casualidades, de no tener miedo. El punk es insolencia, es crítica y es un deseo de tirar por el retrete este mundo y comenzar otro.

Somos las mejores es ante todo una película fresca, llena de vitalidad y muy lúcida. Tiene altos y bajos, y quizá le sobre el tema amoroso que apenas aporta y sólo sirve para distorsionar el ritmo de la película. Son muchos más los aciertos que tiene, sobre todo el sentido del humor desde el que se aborda la película. A veces no deberíamos tomarnos tan en serio y jugar algo más.

Javi Álvarez
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